Festividad de la Virgen del Carmen en Maipú: «Una fiesta de la fe de un pueblo agradecido»

Como cada año el 16 de julio vivió una de las fiestas más populares de nuestra Iglesia en Chile: la festividad en honor a la Virgen del Carmen, patrona de Chile. El Santuario Nacional de Maipú es un lugar icónico de esta fiesta ya que recibe cada año a miles de fieles, de diversas regiones del país, que se congregan con alegría y devoción para visitar a Jesús y a la Santísima Virgen.

Este año no fue la excepción. La jornada se extendió desde las 7:00 hasta las 19:00 horas y estuvo marcada por un espíritu de gratitud, amor y esperanza. «Fue una expresión de la fe popular, sencilla pero llena de fidelidad a la Virgen del Carmen. Los asistentes llegaron con diversas intenciones: agradecer, alabar, pedir, expresar arrepentimiento y buscar fuerzas para sus vidas y salud», cuenta el P. Marcelo Aravena, rector del Templo de Maipú. «Fue un día de fiesta de la fe. De la fe de un pueblo agradecido», añadió el sacerdote.

El punto culminante del día fue la Misa de las 12:00, presidida por el arzobispo Fernando Chomali. «El mensaje central fue uno de esperanza para Chile, alineado con el lema anual del Jubileo por los 50 años del Santuario de Maipú: esperanza y paz. El arzobispo invitó a todos a convertirse en pacificadores y constructores de paz, destacando cómo estas dos virtudes se nutren mutuamente», dijo el P. Marcelo.

Además, la jornada contó con cinco celebraciones eucarísticas, música, cantos y destacó un Rosario mundial que fue transmitido a 86 países en seis idiomas diferentes a través de Radio María.

Una festividad popular

La devoción y fervor de los fieles fueron palpables. Cientos de personas acudieron al sacramento de la confesión, se bendijeron objetos religiosos y familias enteras recibieron bendiciones. «La subida al camarín de la Virgen fue constante durante todo el día, con largas filas de personas que subían con lágrimas en los ojos, manifestando su profunda fe y emoción», relata el P. Marcelo.

A pesar de la multitud, que en ocasiones desbordó el templo, la jornada se desarrolló sin incidentes gracias al esfuerzo conjunto de las autoridades civiles y militares. «Fue un día de fervor y celebración, donde la alegría, la esperanza y el anhelo de paz fueron los protagonistas».

En resumen, esta fiesta de la fe popular mostró una vez más la profunda devoción de un pueblo agradecido que acude con fidelidad a la Virgen del Carmen, llevando consigo alegría, esperanza y un gran deseo de paz.

Algunas imágenes de lo que fue esta bonita fiesta
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