Muchas esperanzas para México: «veo una infraestructura solida, una comunidad participativa y un buen trabajo con jóvenes»

Recientemente el P. Diogo Barata, Superior Provincial del Instituto, estuvo en Querétaro, México, para encontrarse con la comunidad de padres de aquella delegación que se preparaban para su jornada anual. «Fue muy bonito llegar a la Ermita de Querétaro que tiene una capilla nueva donde celebramos una oración al Santísimo de noche. Esto, de alguna manera, sirvió de inauguración del lugar», comentó el padre.

Al día siguiente todos los padres que actualmente viven en México se trasladaron a una casa de campo que les prestaron. «Fue una jornada muy entrañable, donde revisamos detalles de lo sucedido en la provincia y la realidad de México y sus santuarios».

Dos grandes proyectos para México

El P. Diogo también destacó los dos grandes proyectos que están floreciendo en este país. Por un lado, la Ermita de Querétaro que está impactando de manera muy positiva en la comunidad local ya que se ve llena de vida al recibir muchos jóvenes y matrimonios. Está ubicada en un lugar muy céntrico y llegan personas de diferentes zonas de la ciudad. «Tiene muchos jardines, es un lugar muy bonito».

Además, las Hermanas de Schoenstatt tienen un Santuario en las afueras de la ciudad, en un gran terreno, que es muy popular entre la población. “Se dan fenómenos muy curiosos como masivas bendiciones de autos, motos, entre otras cosas. Me tocó ver más de mil personas el día que estuve. Incluso hay gente que se llama María de Schoenstatt o Schoenstatt a secas.También es muy común que vayan mujeres que no pueden tener niños, por ejemplo».

Otro proyecto interesante se está gestando en Monterrey donde ya se está construyendo un Santuario cerca de la casa de los padres. Esto, según cuenta el Superior Provincial, profundizará el buen trabajo que ya se está haciendo. Finalmente, en San Luis de Potosí por ahora hay solo dos padres en el lugar pero el trabajo pastoral se mantiene muy activo tanto con grupos de juventud como con matrimonios.

«Llegué muy animado porque veo una infraestructura sólida, una comunidad participativa y un buen trabajo con jóvenes. Además, hay una nueva vocación y el próximo año, si Dios quiere, tendremos la ordenación de Santi Abella. También me gustaría destacar lo que están realizando los padres Sajan y Thejus de la India que han sido un gran aporte. A su vez, acá en Chile hay un núcleo mexicano importante que en el futuro puede ayudar a seguir fortaleciendo el trabajo que se está haciendo allá». 

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