Te Deum Ecuménico en Maipú: «Chile tiene vocación de entendimiento, no de enfrentamiento y debemos trabajar por la fraternidad universal y la amistad social»

En el contexto de Fiestas Patrias, el pasado martes 10 de septiembre se llevó a cabo el tradicional Te Deum ecuménico de Maipú en el Santuario Nacional. Esta ceremonia fue organizada por el alcalde de la comuna, Tomás Vodanovic, y el rector del santuario, padre Marcelo Aravena. Este año contó con la presencia de autoridades civiles, militares, organizaciones sociales, colegios de Maipú y representantes de distintas confesiones religiosas, lo que reafirma su carácter ecuménico.

Al evento asistieron alrededor de 500 personas, una cifra superior a la de versiones anteriores, en parte por la presencia de candidatos a alcalde y concejales, lo que atrajo la atención de los medios de comunicación locales. Entre los participantes se encontraban representantes de la Iglesia Ortodoxa, así como de las comunidades musulmana y judía.

La ceremonia se desarrolló en un ambiente solemne. El coro entonó el Te Deum, una oración cantada que agradece a Dios por las bendiciones del año y pide por el futuro. Durante la celebración, hubo intervenciones y peticiones de diferentes agrupaciones sociales de la comuna y de la Iglesia, además de palabras de bienvenida por parte del alcalde Vodanovic. El himno nacional fue musicalizado por la banda de la Escuela de Suboficiales de Rinconada, generando un momento muy emotivo para los asistentes.

En su homilía el padre Marcelo Aravena hizo referencia a las visitas de los Papas Juan Pablo II y Francisco a este lugar y recordó sus palabras, invitando a la comunidad a trabajar por la unidad. «Chile tiene vocación de entendimiento, no de enfrentamiento y debemos trabajar por la fraternidad universal y por la amistad social», dijo el padre.

La celebración concluyó con una bendición final y la presentación de varios pies de cueca en el exterior del Santuario, realzando el motivo de las Fiestas Patrias. Una vez más, el Santuario Nacional de Maipú fue un espacio de encuentro cívico y religioso, reafirmando su importancia y vínculo especial con la comunidad.

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